Cuando salgo de trabajar me gusta caminar por Lavalle hasta Paseo Colón, mirando a los turistas, disfrutando la noche de verano, a veces con un cigarrillo, siempre tratando de bajar el estres, despacito.
Hoy una lluvia de cenizas llegó hasta mi ropa blanca. Me sorprendió y ahora me entero de que (otra vez) se quemaba la Reserva Ecológica. Y yo preocupándome por idioteces...
Mientras tanto, más mal que bien, pasó la Navidad. Por lo menos eso. Pasó.
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