...después de compartir horas con mis compañeras más que amigas, risas, new age con speed, pizza con jamón, philip morris, anécdotas asquerosas, recuerdos sexuales, fallidos graciosos, información de primera mano. Después de todo eso, me subí al 160 y llegué a casa con un borracho durmiendo en el hombro. OK, se comprende.
Me desperté a las 10 con un poco de nervios. Eran nervios mezclados con resaca. Está bien, más vale la resaca que los nervios. Me fui a la peluquería (!). Le expliqué a Susy que iba a cantar "rock". Ella lo tomó como la vía libre para peinarme alocadamente. Como ella vislumbra al "rock". No estuvo mal. Me subí al Roca. Me clavé gafas para esconderme de miradas acusadoras onda "andás en topper y con el pelo todo armado". Me recluí en mi biblia.
Llegando al teatro se me ocurrió que tal vez los últimos ensayos sumados a los nervios me darían hambre. Antes de internarme en ese universo de amateurs histéricas entré a Burguer King y pedí un coso de pollo. Divino.
Caminé unas 5 cuadras. Llegué finalmente al teatro. Entro, no juno a nadie. Una cara conocida por favor!. Lo veo a Nico, mucho más que una cara conocida. Hola. Hola, te presento a la banda. Tratenla bien, eh?. Tratenme bien.
Me cambié, me maquillé, respiré, compartí, tomé agua. Llegó la canción número 16. Esa era la mía. OK, ya fue. Subí, canté. Pasaron 9 temas más. Otra vez, me toca. OK. Ahora con un poco menos de aire (?). Igual, si me dejás, me quedo en el escenario.
Párrafo aparte para Barbi. Genia. "...no peito dos desafinados também bate um coração". Te ovaciono.
Termina todo. Por la vida voy y amo lo que soy y-si-ga-el-jaaaaaazzz... el jazz.
Entonces este post se podría resumir en: "me animé y canté y además me gustás mucho"
Aplausos.