El 12 de octubre de 1492 se produjo el extermino atroz de más de veinte millones de personas que tenían conformada una cultura propia, una política socio-económica puesta en marcha, proyectos en común a futuro e innumerables riquezas.
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Ya no se puede seguir hablando del “descubrimiento de América”. Sólo se puede descubrir aquello que nunca antes fue habitado, o visto, o conocido por alguien. América estaba poblada y organizada como sociedad civilizada. Seguir hablando de descubrimiento es una falacia, y un vocablo consentido como excusa del holocausto.
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Nunca se sabrá cómo hubiera sido la historia de América y los americanos. Se puede fantasear con un mundo diferente, pero no cabe dudas de que hubiera sido mejor, por una sencilla y simple razón: hubiera sido NUESTRA HISTORIA.
Por Silvia Guillén